jueves, 27 de octubre de 2005

Sadikatessen IV

De chiquita ya era sádica....

Una de mis sadikatessens preferidas era llamar por teléfono a la hora de la siesta a la casa de mi mejor amiga -sin hablar, por supuesto-; sólo para despertar a sus padres.

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Casi no puedo respirar hoy             me falta el aire de tu sonrisa