miércoles, 17 de enero de 2007

Ella y él, una vez más....

Ella había finalizado el año con un firme propósito.... no desperdiciar más fluídos corporales.
Había decidido no darle más oportunidades a las relaciones vanas y superfluas, ni al sexo express con entrega desmedida, ni a los llantos desconsolados por la pérdida de ilusiones injustificadas, ni a los corazones rotos por desamores previsibles, ni al descontrol de las situaciones vertiginosas.
Estaba firme en su propósito incluso una vez leído el mensajito que recibió el mismísimo primero de año preguntando donde estaba.... eran las 5 de la mañana.
Llamó para contestar.... pensó que era buena la oportunidad para aclarar algunas cosas y comentarle su propósito del año a él, ya que lo involucraba directamente casi en todos sus apartados. El le dijo que ameritaba hablarlo personalmente, así que quedaron en verse en un rato.
Se vieron en casa de él. Y hablaron. El le dijo a ella que bueno, que estaba bien, que nada más iba a pasar, pero que se quede. Ella se quedó, confiada.
El le mintió.
Ella también.

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Casi no puedo respirar hoy             me falta el aire de tu sonrisa